16 de noviembre de 2011 (segunda parte)

Antes de que empecéis a leer, sabed que hay 3 entradas nuevas; os recomienda empezar en la entrada del día 15 y luego ir subiendo hasta aquí, que es la más reciente.

Abu Simbel es uno de los rincones más románticos de Egipto. Junto al lago Nasser, en la parte más ancha de su recorrido, se encuentran los templos de Ramsés  y Nefertari. Un monumento de amor incondicional entre el faraón guerrero y la mujer más bella del antiguo Egipto. Tan deslumbrante era su belleza que aún se recuerda 5.000 años después como la mayor de todos los tiempos.
En cuanto llegamos a la cara tallada de la montaña, todo el grupo quedó deslumbrado por su magnificencia. Un monumento gigantesco tallado en la propia montaña, con las imágenes del faraón y sus familiares, esconden un precioso templo escarvado en la roca.

 Sus grabados cuentan la leyenda del faraón Ramsés, uno de los más grandes faraones del antiguo Egipto, el poderoso, el conquistador, el amante.
Junto a él, a unos 200 metros, en la montaña de al lado, se erige el templo de Nefertiti, la más hermosa y amada de las reinas de Egipto, igualmente magnífico y bello, con una composición similar.
Juntos, estos dos templos forman el más grande monumento al amor; Abu Simbel.
Después de poder sentir la energía que allí se respira, en donde se trabaja con el primer chakra; la búsqueda de equilibrio entre el lado masculino y el femenino, pudimos ver un precioso espectáculo de luces y sonido sobre los templos, en una mágica noche esrellada junto al rio, Supongo que todos nos hemos sentido un poco Ramseses y Nefertaris esta noche.
Os dejo la explicación en una sencilla y bonita charla de 20 minutos que nos ofreció Xavier en el siguiente enlace de youtube:

Esto es todo por hoy, espero que os haya gustado poder compartir esta experiencia con nosotros, ávidos lectores y que os llegue la energía que, desde aquí, todos os enviamos con el mayor cariño del universo.