18 de noviembre de 2011

Esta noche estaba soñando que dormía en mi casa, en Vigo, en mi cama, plácidamente e intensamente, descansando del viaje cuando sonó el teléfono para despertarnos. Las tres de la mañana. Anoche estuvimos despiertos hasta la una y cuarto, así que fue bastante violento volver a la realidad y ponerse en marcha. Pero había que tomar el vuelo hasta El cairo  las siete, así que no quedaba otra a menos que quisiéramos quedarnos en tierra.
Las caras largas del grupo, y el doloroso depertar se iba aliviando a medida que pasaba el tiempo y me iba reencontrando con la gente de la expedición, siempre tan cariñosa y acogedora. Nos fuimos despidiendo de Aswan, de Nubia y de todas las experiencias maravillosas que esta parte del viaje nos había ofrecido. El aroma de la despedida penetraba en mis pulmones como una triste canción; era mejor no pensar en eso, activarse y volver al momento actual cuanto antes.
Para cuando llegamos al aeropuerto de Aswan, el sol ya estaba haciendo su entrada triunfal; aquí en Egipto amanece prontísimo todos los días (sobre las cinco de la mañana y estamos en noviembre). El sol calentaba mi cara y mi cuerpo, ya iba dejando atrás el letargo. Me animaba pensar que al día siguiente tendría tiempo libre para una buena siesta, un baño en la piscina del hotel y una buena ducha relajante. Pero antes de todo eso tendríamos que visitar el palacio de las esencias de Gamal, en El Cairo, en Giza, muy cerca de las pirámides en la misma zona donde tenemos el hotel. Durante el vuelo pensaba en la variedad de medios de transporte que he cogido durantes este viaje: coche, avión, tren, barco, camello, faluca... bromeaba con Rebeca acerca de tomar un Hovercraft para completar el set completo, pero eso ya será en otra ocasión.
Gamal es una de esas personas que calan profundamente y no dejan a nadie indiferente. Mi buena amiga Nuria, (ya sabéis, orgonite geometría sagrada en facebook) me había dicho que este hombre era un gran maestro de aromaterapia además de un amigo, un compañero de la luz y una persona de capacidades extraordinarias.



En cuánto llegamos al palacio de las esencias el letargo desapareció por completo. Mis sentidos, estimulados por la belleza visual y por el embriagador aroma de variedad de esencias hicieron que mi atención se activase, una vez más, al 100 por cien.

Gamal recibe a todo el mundo en su casa con la máxima hospitalidad; nos invitó a bebidas preguntándonos en un correctísimo español lo que deseábamos tomar. Yo me animé a un té con menta, por cierto excelente, y me lie un cigarrito, ya que tenía la opción de fumar allí.
Nos regaló además algo mucho más importante: una charla, donde nos habló de su profesión, de su capacidad especial y de la forma en la que la aromaterapia ayuda a la gente en sus problemas diarios y en sus bloqueos. Una charla de aromaterapia del maestro no la recibes todos los días, así que me cuidé de tomar buenas notas de todo ello.
Además de la charla, en donde demostró ser un hombre sencillo, cercano y humilde, pero con un gran conocimiento en su campo, nos habló de su habilidad especial, que consiste en saber lo que la gente necesita y ver el aura de las personas; una habilidad o don, que le había sido otorgada como una herencia familiar, que lleva con ellos generaciones. Se ofreció a responder individualmente a cada persona sobre cualquier cosa que quisieran saber, amablemente se puso a nuestro servicio y además os insistió en que para él era un placer, que no había prisa y que no era necesario comprar nada, que los que no comprara serían más bien recibidos aún, para que nadie se sintiese obligado a ello.
Me gustó mucho, sinceramente, mi corazón me dijo que era un gran maestro, incluso me sentí nervioso y excitado cuando se dirigió a mí. Creo que me dijo lo que yo necesitaba oír,  además de anticiparse a mis preguntas y pensamientos. Pienso que a más gente del grupo le pasó algo similar. Por cierto, si tenéis curiosidad, mi aura es roja, verde y azul, pero no voy a entrar en más detalles sobre lo que nos dijo en el plano personal.
Gamal me abrió la curiosidad por un campo, el de la aromaterapia, por el cual no había sentido demasiado interés hasta ahora, y me animé a comprar un par de esencias:  de Rosa y de Sándalo (corazón y tercer ojo). Ya os contaré cuando las pruebe durante un tiempo a ver si surten el efecto deseado. Gamal nos explicó cómo usarlas, la frecuencia de uso, sus funciones en las diferentes situaciones personales y sociales... todo un curso acelerado del mejor de los maestros de esencias.
Nos recomendó una web, de su hija adoptiva, que vive en España, ella trabaja fundamentalmente con mujeres, se llama Maite, vive en Santander donde tiene una escuela y su consulta; os dejo la página web para que le echéis un ojo y en donde encontraréis información más detallada sobre la función de cada esencia en los chakras, modos de uso, consejos...
http://www.esenciassagradas.es/
Después de la visita al palacio de las esencia, al fin fuimos al hotel, a descansar, comer algo, dormir una siesta, reljarnos...

La agencia y los organizadores tenían reservada al grupo una sorpresa como despedida del viaje. Una cena de lujo en un crucero, con música en vivo y actuación de danza del vientre.
 Pero Rebeca no se encontraba muy bien del estómago y decidimos descansar en el hotel. Además yo necesitaba escribir y trabajar en el blog las últimas entradas. Ya sabéis, esto no se escribe solo y montar los videos, subir las fotos y relatar la historia requiere tiempo si me quiero mantener al día.
A la mañana siguiente saldríamos hacia Barcelona, una noche para domir bien, coger un vuelo más y hacer los últimos contactos e interambio de información.
Ahora mismo, estoy sobrevolando el mediterráneo mientras escribo estas humildes líneas. Espero que estéis disfrutando de la lectura. Pronto llegaré a Barcelona. Ya estoy deseando pisar mi querida península. Haré noche en Tarragona y mañana al fin estaré en Vigo, donde creo que dormiré muuuuuchas horas para que fragüe toda esta experiencia poco a poco.
Y aunque suene a despedida, porque durante unos días descansaré, seguid atentos a vuestras pantallas, ávidos lectores, porque esto no es un adiós, es un hasta luego. Y pronto volveré con más historias, material y risas para compartir con todos vosotros.
Se despide vuestro corresponsal espiritual, con luz, paz y amor. ;-)